La
centella asiática promueve, protege y acelera la producción de colágeno. Controla
la formación de las fibras colágenas y elásticas. Su ligereza se hace
imperceptible al tacto, sin perder por ello la efectividad de los principios
activos que contiene. Su presencia en una crema hidratante la hace ideal para
todo tipo de cutis, incluso las pieles con acné, por su gran poder
cicatrizante. Es un excepcional complejo antiarrugas y renovador de los
tejidos. Aconsejada para las arrugas e incluso las más acusadas cicatrices e
imperfecciones de la piel debidas al paso del tiempo.
Así
mismo existen muchos estudios clínicos que han demostrado la efectividad de la centella
asiática en el tratamiento contra la celulítis. La centella asiática ayuda
a combatir la celulítis y también el exceso de peso, favoreciendo que
los tejidos retomen su forma, función y estructuras correctas originales ya que
favorece la eliminación de líquidos acumulados y localizados debajo de la piel
y entre los tejidos y mejorando la circulación. Por
sus propiedades en la producción de colágeno y elastina, es un excelente
componente en las cremas reafirmantes corporales.
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