Analgésico,
antiséptico, antiespasmódico, calmante y reparador. Relajante muscular.
Antihongos, antibactericida, desodorante, fungicida, cictrizante, analgésico. Trata
y regenera la piel en quemaduras y heridas.
Cura granos y manchas, acné, rosácea, pieles grasas, inflamaciones de la piel,
psoriasis. La lavanda tonifica y aumenta la elasticidad de los tejidos, ayuda a
cicatrizar y a regenerar las células, descongestiona las pieles cansadas y
repara las sensibles. Regula el exceso de grasa, recomendado en casos de acné,
pieles grasas o caspa. Relajante le convierte en un potente aliado contra el
estrés en nuestro organismo y en nuestra piel. Rejuvenecedor de la piel.
