Cosmética Natural

Indiscutiblemente, la cosmética natural cada vez está más en auge como alternativa a la cosmética tradicional. De hecho algunos laboratorios siguen esta línea, pero hay que tener cuidado porque no todo lo que nos venden como natural lo es 100%.

Como cosmética natural se define aquella que únicamente cuenta entre sus componentes con productos de origen vegetal incluidos sus conservantes, es aquí donde nos podemos encontrar productos etiquetados como naturales pero que lleven algún tipo de conservante químico o incluso derivados del petróleo, aceites sintéticos, siliconas y parafinas, colorantes y perfumes igualmente sintéticos en su composición, siendo la parte vegetal mínima. Es posible también que lleven componentes de origen animal, sustancias igualmente rechazadas en la cosmética natural. 

En ningún caso, encontraremos nada de este tipo en un producto etiquetado como natural. Los únicos productos de origen animal que son aceptados en la compasición de este tipo de cosmética son la lanolina y la cera de abeja. Como conservantes se utilizarán vitaminas como la E y se aprovechará el poder antioxidante y antimicrobiano de algunos aceites esenciales.

El motivo de que sea una tendencia que va cobrando cada día más fuerza, es por las enormes ventajas que la cosmética natural nos ofrece. Al no llevar ningún tipo de sustancia química o sintética de cualquier índole, se adapta a la piel de cada persona ya que  intenta en lo posible asemejarse al manto lípido de cada uno, eliminando no sólo la agresividad de la cosmética tradicional sino fortaleciendo la dermis debido a las propiedades de los componentes naturales (aceites esenciales, cera de abejas, mantecas, aguas florales…) que en ella se emplean. Por estas razones ayudan a la piel a regenerarse, estando especialmente indicada en pieles sensibles o con dermatitis pero siendo igualmente cuidadosa con una piel sana.

Otro punto en el que difiere la cosmética tradicional y la natural, está a la hora de hablar de la conservación y duración de estos cosméticos. Evidentemente, al estar elaborados de manera totalmente natural, no incluyen los conservantes químicos de los cosméticos tradicionales. La vida de un cosmético natural nunca excederá de entre los seis y ocho  meses aproximadamente, es decir, menor que la de un cosmético tradicional,  y habrá que conservarlo siguiendo las instrucciones que se proporcionen. Esta diferencia, servirá como  señal para distinguir entre un producto verdaderamente natural y otro etiquetado como natural sin serlo, ya que permanecerá en estado correcto demasiado tiempo. De cualquier manera, la longevidad de un cosmético natural en perfecto estado, es lo suficientemente extensa para poder gastarlo en su totalidad.
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